sábado, 4 de abril de 2015

¿Y dices que quieres estudiar videojuegos? Parte 1


¡Hola de nuevo!

Es un verdadero placer volver a encontrarte curioseando por mi pequeño rincón. Pasa, pasa. Ponte cómodo/a y relájate. ¿Quieres un poco de té? Bueno, ahora que hemos congeniado, quiero hacerte una pregunta: ¿estudias o trabajas?  ¡¿CÓMO?! ¿Que lo que tú buscas son estudios que te permitan ser un gran profesional del sector videojueguil? Si, supongo que tiene su sentido...


En esta línea de entradas me gustaría dedicar unas líneas a hablar sobre los estudios formales relacionados con videojuegos. Cada vez somos más las personas que sueñan con encontrar su hueco en el País de las Maravillas, pero no siempre es fácil encontrar un conejo blanco al que seguir. Y aún cuando te topas con uno, quizás sea un mapache con piel de liebre que busca quedarse con tu dinero a punta de navaja, o su madriguera es tan estrecha que es imposible que siquiera quepa uno de tus brazos.

Lo que quiero decir con ese ejemplo tan tonto es que aunque tenemos muchas opciones para estudiar lo que nos apasiona, no siempre sabemos por cuál optar. Y yo no trato aquí de decirte qué opción es mejor, sino de abrirte un abanico de posibilidades para que encuentres aquella que mejor se adapta a ti. Vamos a ello:




Autodidacta: el viaje del guerrero. 

El viaje por el que todo autodidacta pasa.

Seguro que esperabas que la primera opción fuera ésta, ¿verdad? Bueno, dado que es la opción que actualmente estoy siguiendo y por tanto, en la que más experiencia tengo, he creído conveniente que sea la primera que te muestre.
Quizás estés pensando que esta opción no es para ti: un viaje tortuoso, solitario y complicado, sin horarios ni estructura, sin disciplina ni feedback tangible de tu progreso. O quizás, estés pensando que es una opción perfecta: fácil, gratuita, que te deja mucho tiempo libre, etc. Siento decir que ambas posturas son erróneas.


Para analizar esta vía de aprendizaje como se merece, hay que atender a sus pros y sus contras:
Empecemos por las ventajas

1-A pesar de lo que puedas pensar, este camino no tiene por qué ser solitario. En la industria del videojuego se organizan constantemente charlas, eventos y conferencias, se consultan foros, blogs y webs, etc. en estos contextos es donde se conoce a gente, se forman grupos de trabajo, se recibe apoyo y ofrece ayuda a usuarios y, en definitiva, surgen las oportunidades. Y aunque es verdad que en un contexto académico también tienes acceso a todos estos recursos, quizás te centres más en tu expediente o en pasar de curso. En la vía autodidacta, ¡no te queda otra que participar en todo lo posible!

2- El aprendizaje autodidacta es un camino duro. Y esto es una ventaja porque te pone en situación de trabajo. Requerirá un esfuerzo enorme sostenido en el tiempo que sólo se consigue a través de una organización, estructura y disciplina de trabajo. En una universidad, por ejemplo, todo te vendrá dado por los profesores: ellos te buscarán la información, te la resumirán y comprimirán, y te la harán accesible. Pero ahora, el proceso de búsqueda, análisis, síntesis y trabajo con la información recaerá sobre tus hombros, como si fueras el titán Atlas. Y créeme cuando te digo que esta tarea es tan dura como instructiva y útil.

3- Tienes un objetivo claro: hacer videojuegos. A ver, es cierto que actualmente los grados y másteres relacionados con videojuegos tienen como objetivo final crear un videojuego. Pero aquí, en el camino autodidacta, este objetivo puede multiplicarse y subdividirse cuantas veces quieras: tendrás que realizar pequeños niveles, ir escalando la dificultad, trabajando tu portfolio, etc. Todo ese esfuerzo tendrá un lugar en el que mostrarse, algo que no se resumirá en una nota media, sino en algo acabado sobre lo que la gente emitirá juicios (esperemos, positivos). No te imaginas lo gratificante que puede llegar a ser pasar semanas aprendiendo sobre una técnica de dibujo, qué sé yo, sobre pixelart, por ejemplo, esforzarte practicando, acabar algo y mostrarlo al mundo. Y esta es, a mi parecer, la ventaja más importante del aprendizaje autodidacta: constantemente estarás enfrascado en proyectos, en comenzar y terminar cosas. Eso es lo que más valorará una futura empresa. La idea de tener un grado o un máster es crear profesionales más competentes, aunque el título obtenido no demuestra competencia, mientras que tu portfolio, por básico que sea, sí hablará por ti. Y eso sólo se consigue con horas y horas de esfuerzo y dedicación personal.

4- Flexibilidad y recursos: está claro que otra ventaja reside en la gran libertad que te otorga.Por primera vez puedes dedicar todos tus recursos atencionales a estudiar aquello que consideres más relevante. Podrás tener un horario eminentemente flexible y adaptado a tus necesidades. Por otro lado, cuentas con una cantidad ilimitada de recursos (ya sean gratuitos o de pago, presenciales o a distancia) con los que mejorar: MOOC's (siglas de Massive Online Open Courses, es decir, Cursos Online Abiertos Masivos), tutoriales de youtube, blogs, webs, charlas, conferencias, eventos, ferias y congresos, cursos y talleres, etc.

Pero no es todo color de rosa. El aprendizaje autodidacta también presenta una serie de desventajas:

1- Relación coste/beneficio: esta vía consume muchísimos recursos. Y no me refiero al dinero, que también puede verse resentido. Hablo de recursos emocionales. La motivación, auto-eficacia percibida, sensación de control, etc. pueden sufrir mucho durante este proceso. Date cuenta que no tendrás (a menos que tú mismo la hagas) una forma de evaluar tus avances, a corto/medio plazo, ni un final claro en el camino más allá de hacer un juego o dos dentro de tus posibilidades. Además, si tu objetivo final es conseguir un trabajo, puedes llegar a desmoralizarte por el simple hecho de que necesitarás muchísimo trabajo para poder competir con el resto de profesionales, posiblemente con más experiencia, contactos y formación que tú.

2- Flexibilidad y horarios: aunque antes hemos dicho que esto puede suponer una ventaja, es un arma de doble filo. Piénsalo: el instituto acaba cuando te dan las vacaciones, un cursillo de verano cuando éste se termina, etc. Pero, ¿cuándo acaba tu formación autodidacta? Te sorprenderás dedicando muchísimas horas a ello sin ver avances claros, perderás la noción del tiempo y factores gratificantes como vacaciones, días festivos o incluso fines de semana, perderán su valor motivador. Hay que tener cuidado porque el aprendizaje autodidacta, al menos en exclusividad, es muy exigente y drenará nuestra energía. Yo estoy escribiendo esta entrada dedicando varias horas de mi tiempo libre, que se ha visto terriblemente reducido. ¡Pero me encanta!

3-Recursos: sí, estamos de acuerdo en que tienes a tu disposición una cantidad infinita de recursos. ¿Pero eso siempre es bueno? Puedes llegar a sentirte abrumado ante tanta información, siendo incapaz de filtrarla, redundando muchísimo en la misma idea o concepto, no encontrando respuesta a preguntas básicas, etc. Puede hacerse muy duro porque entras en un estado de indefensión aprendida: soy incapaz de encontrar información, así que dejo de buscarla.



Entonces, ¿es una buena o una mala opción? Si me preguntas a mí, que a día de hoy es a lo que más tiempo dedico, te diría que es una opción maravillosa: si sorteas las desventajas con cuidado, el aprendizaje autodidacta te abrirá un mundo de conocimientos, experiencias y crecimiento personal. Además, una de las cosas que más me fascinaron cuando comencé en esto del game design es que para trabajar en el mundo del videojuego no importa lo que un título dice que sabes hacer, sino lo que has hecho, eres capaz de mostrar y de replicar. ¡Ciencia pura!

Pero creo que para aprovechar realmente todo lo que puede ofrecer esta opción, lo mejor es complementarla con otro tipo de formación más ``académica´´.
Las carreras, másteres y cursos son un recurso, un apoyo. Pero no valen de nada sin el motor que supone tu búsqueda de conocimiento y mejora personal.

Gracias por leerme. ¡Hasta la próxima entrada!



















No hay comentarios:

Publicar un comentario